El exceso de humedad en nuestros hogares resulta siempre un problema. Un problema que a veces se manifiesta en las paredes de este, creando antiestéticas manchas e incluso problemas de salud. Por eso, ante la aparición de estas manchas hay que actuar a la mayor brevedad, reparando los desperfectos que puedan haberse ocasionado.
Ahora bien, lidiar con la humedad no es siempre tan sencillo como pueda parecer. Algunas soluciones, que pasan por picar el material o colocar revestimientos, resultan bastante caras, siendo la pintura la alternativa más económica a la vez que práctica, ya que cualquiera puede llevarla a cabo.
Pero pintar directamente sobre una pared con humedad no soluciona nada, entre otras cosas porque si no se detecta y se corrige el origen de dicha humedad, es cuestión de tiempo que la problemática se reproduzca, bien en ese punto o en cualquier otro.
Las manchas de humedad se producen por tres razones:
- filtración
- condensación
- capilaridad.
Por lo tanto hay que detectar cuál es el motivo en cada caso y poner los medios para atajarlo. Este es el primer paso y el principal si se aspira a algo más que poner un parche.
Por lo tanto, antes de comenzar con el trabajo de pintura habrá que revisar si cerca de la mancha se ubica alguna tubería que pudiese tener una pérdida y que hubiese motivado la aparición de ésta. En caso de que la mancha se localice en el techo, habrá que explorar también la posibilidad de que haya aparecido como consecuencia de una filtración motivada por la lluvia o la nieve. Y tampoco hay que descartar la opción de que el agua se filtre desde el exterior por las paredes.
El proceso a seguir para solucionar cualquiera de estas contingencias, será el siguiente.
1) Solucionar el origen de las humedades
Las tuberías defectuosas deben sustituirse por otras nuevas, y si el problema es de filtración, habrá que colocar alguna clase de dispositivo aislante en el techo o pintar el exterior de la casa con pintura bituminosa que cree una barrera contra la humedad.
2) Eliminar el agua de la zona afectada
Aunque se haya puesto solución al origen de la humedad, la zona afectada por la mancha continúa teniendo partículas de agua atrapadas. Para proceder a pintar, hay que eliminar dichas partículas de manera que ese agua se evapore. Para ello bien pueden airearse empleando ventiladores o bien aplicar fuentes de calor. Lo importante no es el medio que se utilice para ello, si no lograr que el agua que contienen los materiales de construcción en su interior se elimine por completo.
Pintar sobre las manchas de humedad
Paso 1: Aun cuando la humedad haya desaparecido, la mancha resultante puede haber dejado rastros de moho. Cuando eso sucede hay que eliminar esos rastros, lo cual puede hacerse aplicando sobre la mancha lejía diluida con un trapo o en su defecto con agua oxigenada. Después, se enjuaga y se deja que se ventile la pared.
Llegados a este punto es cuando se puede comenzar la tarea. Para ello, en primer lugar, hay que hacerse con el equipo y los materiales necesarios, que básicamente son:
– Equipo de protección, compuesto por guantes, mascarilla y gafas.
– Protectores para el suelo, que pueden ser paños y telas plásticas.
– Varios pinceles y rodillos.
– Pintura antihumedad de base blanca suficiente para aplicar de dos a tres capas.
– Tonalizador adecuado al tipo de pintura que se vaya a usar
– Impermeabilizador
Paso 2: Con el origen de la humedad solucionado, y la mancha eliminada, se procederá a aplicar una primera mano de pintura antihumedad blanca. Esta pintura puede ser, por ejemplo, una pintura clorocaucho como la que se emplea para pintar piscinas, que además tiene un alto poder fungicida.
Lo ideal, si se quiere lograr una coloración uniforme, es que esta mano de pintura se aplique en toda la pared, y no sólo en la zona de la mancha. Una vez hecho esto, hay que dejar secar, como mínimo durante unos 15 o 20 minutos.
Paso 3: A continuación se agrega el tonalizador a la pintura antihumedad, para conseguir el color final, y se aplica una mano de la pintura con color en todo el muro, para que el resultado final se vea parejo. Después se deja secar tanto tiempo como sea necesario. Para una mayor seguridad, se puede aplicar una segunda capa de pintura antihumedad con el tonalizador, en cuyo caso habrá que dejar secar de nuevo antes del último paso.
Paso 4: Como cierre, queda aplicar un impermeabilizador. La pintura antihumedad servirá como protección ante la parte posterior, es decir, ante las humedades que provengan de la propia pared, mientras que el impermeabilizador ejerce esa misma función ante humedades que se generen en el interior de la estancia. Un impermeabilizador de latex para interiores resultará perfecto.
Paso 5: Finalizado este paso, hay que dejar secar durante 24 horas como mínimo y listo. Ya tenemos nuestras paredes pintadas y libres de humedad.
Sobre el modo de hacerlo, el mejor resultado se logra aplicando la pintura con brocha en ángulos, bordes de enchufes e interruptores, y marcos de puertas o ventanas, que son las zonas más problemáticas. El resto de la superficie puede pintarse con rodillo, que ofrece un mejor acabado.
Conclusión
Las humedades tienen diferentes orígenes y antes o después, lo más probable es que terminen afectando paredes y techos de la casa. Cuando eso sucede, hay que atajar el problema de raíz, detectando el origen de la humedad y neutralizándolo.
Sólo entonces es cuando debemos preocuparnos por eliminar la mancha y proceder a pintar la pared que se ha visto afectada.
Ahora bien, puesto que los orígenes de las manchas de humedad pueden deberse a filtraciones, condensación o capilaridad, es necesario que la pintura que se aplique tenga protección frente a cualquiera de las posibles causas.
Por ello, al pintar una pared, debe hacerse con pintura antihumedad, por medio de varias capas, y finalizar con un impermeabilizador.
