El individuo está expuesto de manera continua a diferentes agentes químicos. Y entre las enfermedades ocasionadas por estos factores surge el SQM; es decir, la sensibilidad química múltiple.
Su particular incidencia ha generado numerosos estudios que se centran en conocer tanto qué es la sensibilidad química múltiple como sus síntomas y sus causas.
Índice de contenidos
Sensibilidad Química Múltiple
No todo el mundo sufre algún tipo de afectación motivada por los agentes químicos. De hecho, la tolerancia o intolerancia a sustancias químicas es diferente entre unas personas y otras.
Muchos profesionales conviven con sustancias agresivas y nocivas, además del uso doméstico de productos de limpieza y detergentes con los que convivimos a diario, sin sufrir consecuencias por su utilización.
Aunque de forma general los componentes químicos bien manipulados no suelen causar problemas por contactos para la mayoría de las personas, los pacientes con SQM sí sufren una serie de consecuencias muy determinadas.
Entender aspectos de la sensibilidad química múltiple, causas o síntomas es una parte fundamental para comprender este trastorno.
Qué es la sensibilidad química múltiple o SQM
Son muchos los agentes y componentes en el medio ambiente que tienen altas concentraciones de compuestos químicos.
A raíz de estas sustancias han surgido trastornos como el SQM, lo que da pie a importantes preguntas: ¿Cómo surge este síndrome químico? ¿Qué es la sensibilidad química múltiple?
Se trata de una enfermedad crónica. Las personas afectadas por esta patología son intolerantes a la exposición y contacto con sustancias que están en el ambiente y en determinados productos químicos.
De forma general, las concentraciones de las sustancias químicas ambientales no representan un riesgo para la población en general, por lo que no se consideran tóxicas como tal. Pero sí son un problema, y grave, para personas con SMQ.
Sensibilidad química múltiple: Causas
Para determinar la sensibilidad química múltiple y sus causas, un especialista debe analizar tanto los factores como el medio donde se desenvuelve normalmente la persona afectada.
Generalmente, este trastorno se origina por exposiciones a sustancias tóxicas en dosis variables.
La exposición prolongada a diversos agentes químicos genera una reacción excesiva que incluye la pérdida de tolerancia a los tóxicos. Se trata de síntomas de carácter recurrente producidos por sustancias químicas que anteriormente no habían desencadenado esa reacción y no están relacionados entre sí.
Entre los agentes químicos responsables de la intolerancia están:
- Combustibles
- Productos de laboratorio
- Detergentes
- Jabones
- Productos de limpieza
- Plaguicidas
- Perfumes
- Solventes orgánicos
- Monóxido de carbono
- Algunos medicamentos y alimentos
¿Cómo se diagnóstica SQM?
El diagnóstico de la SQM se basa en estudiar las manifestaciones y reacciones del paciente a una muestra de agentes químicos.
Una vez que el especialista determina los indicios del trastorno, procede a ejecutar un cuestionario con la finalidad de medir las intolerancias ambientales y las no ambientales. Al determinar las exposiciones, se indica el grado o gravedad del caso.
Sensibilidad química múltiple: Síntomas
La sensibilidad química múltiple es el reflejo de diversas alteraciones.
La Asociación de afectados por el Síndrome de Fatiga Crónica SFC y por el Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple SQM determina claramente qué es la sensibilidad química múltiple y sus manifestaciones.
En la sensibilidad química múltiple, encontramos entre algunos de sus síntomas la dificultad para respirar, pruritos o picores, alergias, náuseas, alteraciones cardiovasculares o mareos son respuestas habituales a la presencia de determinadas sustancias.
En muchas ocasiones, esta patología suele confundirse con alergias. Algunas personas la asocian con carencia de vitaminas, gripe o migrañas frecuentes. Así, un individuo puede asociar los estornudos a una reacción normal y no a esta enfermedad.
La recomendación es comprender de la sensibilidad química múltiple y sus grados, causas y síntomas, así como saber identificarlos
- Tos seca, acompañada de picor de garganta
- Dolores frecuentes de cabeza
- Malestar general
- Vómitos y náuseas
- Problemas oculares, lagrimeo o picor.
- Desorientación.
- Vértigo
- Dificultad para respirar
- Palpitaciones
- Fatiga
Tratamiento de la sensibilidad química múltiple
En la actualidad no existe un tratamiento completo para este trastorno, aunque la atención multidisciplinar ayuda significativamente a mejorar los síntomas.
Así que no solo es necesario conocer la sintomatología, sino que también es conveniente establecer los controles necesarios.
Además de los tratamientos recomendados por los facultativos, el uso de dispositivos purificadores de aire, humidificadores o deshumidificadores ayudan significativamente a mitigar los efectos de esta enfermedad.
Mediante el uso de este tipo de aparatos, es posible controlar algunos elementos externos que pueden empeorar la reacción a las sustancias químicas.
Control de la humedad
La sensibilidad química múltiple puede afectar a una persona, limitando sus actividades. Para favorecer la ejecución normalizada de las rutinas diarias, lo que se sugiere es un control exhaustivo de la calidad del aire.
Para controlar el SQM, la recomendación es evitar un exceso de humedad ambiental. En el hogar y el centro de trabajo, esto se logra con un deshumidificador. De esta manera se previene la aparición de hongos, además de evitar que el moho y los ácaros perjudiquen la salud.
La ventaja de los deshumidificadores es que absorben el exceso de humedad y lo regulan a niveles adecuados sin utilizar agentes desencadenantes de la SQM, ni contaminan el aire con sustancias químicas.
Purificadores de aire
Con los purificadores de aire se logra equilibrar los ambientes. Extraen y retienen toda clase de sustancias químicas que puedan desencadenar los síntomas.
A través de un sistema completo de filtros, son eliminadas las partículas de polvo, agentes alérgenos, ácaros y microorganismos.
Ozonos y aires acondicionados
Una vez que se hayan detectado los síntomas, es conveniente adaptar todos los ambientes a la persona afectadas con el trastorno de SQM.
Entre las recomendaciones está comprar generadores de ozono, que desarrollan una función oxidante de la materia orgánica, descomponiendo los residuos químicos en oxígeno y CO2. No obstante el ozono es un producto que en ciertas cantidades puede ser tóxico, por lo tanto recomendamos siempre seguir las instrucciones del fabricante.
Los expertos recomiendan aire puro, natural. Sin embargo, en lo que respecta al hogar y el trabajo, es frecuente utilizar dispositivos de aire acondicionados en diferentes ambientes. En el caso de la sensibilidad química múltiple, los pacientes deben proveer los dispositivos con filtros especiales adecuados a las condiciones del afectado.
Sensibilidad química múltiple grados
Determinar la sensibilidad química múltiple y sus grados o causas no resulta sencillo. De hecho, no hay protocolos específicos para determinar el nivel de afectación. Sin embargo, sí puede valorarse la evolución.
Midiendo la sensibilidad química múltiple en grados se puede observar la evolución de los pacientes, determinando si son inicialmente graves o leves.
De esta manera, a pesar de que se trata de una enfermedad crónica, puede ser medida por los siguientes factores
- Tiempo de exposición: se mide la cantidad de meses o días expuestos a los agentes desencadenantes.
- Intensidad de la exposición: cuanto mayor sea la intensidad, mayor será el daño.
- Agente químico: algunos agentes químicos resultan más dañinos que otros, por esa razón es importante determinar el tipo de químico.
- Inicio del tratamiento: una vez que el especialista comunique al paciente que es la sensibilidad química múltiple, se comienza a tratar los síntomas y a medir la evolución.
- Otras enfermedades: si el paciente sufre otras enfermedades, sobre todo de tipo autoinmune, su calidad de vida puede agravarse.
Las particularidades de la sensibilidad química múltiple producen una respuesta sensibilizada constante, además de una sintomatología común con otras patologías como el Síndrome de Intestino Irritable o la Fibromialgia.
Por ello, es muy importante valorar adecuadamente esta enfermedad y englobarla como Síndrome de Sensibilidad Central para emprender el diagnóstico y tratamientos adecuados.
